La doctora Laia Bernet expone en el 3CEMA su experiencia en el Hospital de la Ribera
“Acortar los tiempos de diagnóstico reduce el tiempo de angustia de la paciente”
Acortar el tiempo que transcurre entre que se sospecha que una paciente tiene un cáncer de mama y se inicia el tratamiento es uno de los objetivos de los profesionales sanitarios que trabajan en este campo. La agilidad es vital para reducir el tiempo de incertidumbre de la paciente. En esa línea, experiencias profesionales como las que se llevan a cabo en hospitales como el de La Ribera son objeto de interés por los profesionales y, sobre todo, por las pacientes.
La doctora Laia Bernet Vegué, presidenta del Comité Organizador del 3er Congreso Español de la Mama (3CEMA) que se celebrará en Madrid, del 19 al 21 de octubre, expondrá cómo se pueden acortar los tiempos para el diagnóstico y lo hará en la sesión de trabajo “Diagnóstico integrado de cáncer de mama en un día”, moderada por los doctores Salomón Menjón Beltrán y Rafael Cano Muñoz.
La doctora Bernet considera que “el tiempo de espera antes de que se le diagnostique un tumor, es la fase de mayor angustia del paciente. Son esos momentos que pasan desde que tenemos la sospecha de que puede haber un tumor hasta la confirmación o el descarte del mismo, los que más angustia generan en los pacientes. Es la tapa de la incertidumbre diagnóstica”.
Y para reducirla se han implantado protocolos de actuación en la que intervienen, de forma coordinada, equipos multidisciplinares. Un proceso en el que, como apunta la doctora, “se revisa y diagnostica al paciente. Tras ello se pueden tomar ya las primeras medidas y con ambos factores sobre la mesa se reduce la angustia de la paciente”. Algo que redunda en una mayor calidad asistencial para el enfermo que, recalca la doctora Bernet, “está acompañado de profesionales en todo el proceso”.
La pregunta que surge es, ¿cómo se puede lograr reducir a un día el tiempo que transcurre desde que se detecta un posible tumor mamario hasta que se descarta? Aquí, la doctora Laia Bernet es concisa y directa, “acortando los tiempos del proceso” para explicar que “ese tiempo de incertidumbre es de unos 20 minutos, los que transcurren desde que la paciente entra en el Servicio de Radiología para que se le realicen las pruebas de rayos, se le efectúa la biopsia diagnóstica y se emite el diagnóstico final”. Y añade que “todo el proceso responde a un protocolo, en el que prima la rapidez del procesado y el estudio de las muestras por parte del Servicio de Patología. Así, se logra que un proceso en el que normalmente se emplea un día o día y medio se reduzca a 15 o 20 minutos. Realizando un diagnóstico por microscopio”.
Este tipo de acción tiene unas ventajas considerables para el/la paciente, porque, como apunta la doctora Bernet, sale de la consulta sabiendo si tiene un cáncer de mama o no. “Si no lo tiene se va a casa tranquila, pero si no se le informa y se le remite al oncólogo, que hace la primera exploración y le da cita para una exploración física posterior”. En ese tiempo, “el comité de mamá se reúne para estudiar el caso y decidir cómo se trata, si es con tratamiento quirúrgico o no y se diseña la estrategia seguir”.
Todo esto tendrá unos costes, como confirma la doctora. “El coste de este servicio reside en tener un patólogo dedicado a tiempo completo. Así, siempre que el Servicio de Radiología decide hacer una biopsia se lo comunica. El Servicio de Radiología nos pasa al Servicio de Patología el parte de las biopsias programadas semanalmente, lo cual facilita que el Servicio de Patología pueda organizarse”.
La doctora Bernet aborda el tema a partir de la experiencia que tiene al introducir este protocolo en el Hospital de La Ribera, donde en un mes han tratado ya cien caso de pacientes revisados y diagnosticados con este protocolo. Apunta, que en busca del mismo objetivo se trabaja también en otros centros hospitalarios del país.